Sucedió en Calatayud en el año 1893.
Existía una sociedad de "curanderas reveladoras" y se dedicaban a hacer habla a los difuntos con sus familiares vivos para averiguar como y donde estaban.
También localizaban a los enemigos de cada cliente y obraban en consecuencia , se cita como ejemplo el de un vecino de Calatayud que estaba enfermo acudieron y prometieron curarle, pero dijeron que estaba embrujado entonces acudió otra y le ofreció curarle a cambio de dinero y hospedaje, entonces reveló los nombres de las brujas.
Y cuando las brujas estaban confiadas haciendo sus ceremoniales acudió el alcalde y acabaron todas presas.
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