17 de noviembre de 2010

El Cipotegato



Erase una vez un bufón que trabajaba para un rey. Era bajo, un poco feo y tenía un gran bigote. El hacia tan bien su trabajo que el rey estaba muy contento.
Un día el rey tan a gusto se reía que cogió un tomate que había encima de la mesa y se lo tiro al bufón en la cara.
Desde entonces el buen bufón, cuando sale , siempre lo hace con la cara tapada por lo que pueda pasar, pero la verdad el mucho no puede tapar y a los dos lados de la tela deja el bigote asomar.
Tanta gracia le hizo al rey que desde entonces le empezó a llamar cara de gato y al cabo del tiempo se hizo llamar Cipotegato.



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